lunes, 12 de febrero de 2007

Transexualidad-Euskadi compareció ante Parlamento Vasco para la inclusión en la Sanidad Publica de las cirugías de reasignación sexual



Andrea Muñiz Presidenta de la Asociación de Transexualidad Euskadi. "Todos los transexuales que dan el paso de operarse dicen que han vuelto a nacer".

Defendió en el Parlamento Vasco la gratuidad de los cambios de sexo "porque son una necesidad".

Diario Vasco/Belén Elguea/-. Andrea Muñiz, presidenta de la Asociación Transexualidad Euskadi, compareció el pasado día 8 de febrero en el Parlamento Vasco para reclamar la gratuidad de las operaciones de cambio de sexo en la Sanidad pública vasca y la creación de una unidad interdisciplinar de género que aborde las necesidades terapéuticas de los transexuales."La reasignación no es una prioridad sino una necesidad", denuncia esta donostiarra de 37 años tras poner de manifiesto el alto índice de suicidios que hay en el colectivo de transexuales.

-¿Cuándo se dio cuenta de que su sexo biológico no coincidía con el mental?

- Cuando eres niño no tienes noción del género, pero es verdad que somos apartados en los juegos sociales o en el colegio. Es en la adolescencia cuando empiezas a identificarte con chicas a las que les empieza a crecer el pecho o se les ensanchan las caderas, cosas que a ti no te pasan. Es entonces cuando te preguntas quién eres.

-¿Qué pasos sigue desde ese momento?

- El primer paso es reconocerte y darte cuenta de quién eres realmente. El segundo paso y el más duro es convencer a tu familia y a tu entorno porque existe un gran sentimiento de responsabilidad. Hoy en día se sigue echando de casa sobre todo a las mujeres transexuales por miedo a lo desconocido. Después es preciso hablar con un médico.

- ¿Entienden sus demandas?

- Un 25% de los médicos de familia o no tienen mucho conocimiento de lo que es la transexualidad o no quieren tener un paciente transexual y le hacen mobbing para que se vaya a otro médico. Otra cosa bien distinta sucede con los médicos especialistas de Osakidetza como psicólogos, psiquiatras o endocrinos, que funcionan muy bien.

- Hay quién afirma que existen otras prioridades en la Sanidad pública vasca.

- La operación de reasignación de sexo no es una prioridad, es una necesidad.

- ¿Cómo se convive en un cuerpo que no considera suyo?

- Hasta que no empiezas el tratamiento hormonal mal, es muy triste. Hay muchos casos de depresión, de ansiedad y también de suicidios. En dos años he perdido dos amigas que estaban esperando que se crease en el País Vasco una unidad interdisciplinar de género para que les realizaran una cirugía genital.

- En Euskadi, ¿Cuántos estarían dispuestos a dar ese paso?

- Según nuestras estadísticas hay unas 180 personas transexuales y el 50% estaría dispuesta aunque también es cierto que hay quien no quiere o no puede por miedo o por problemas de salud.

- Sanidad alega que este tipo de unidades tienen gastos elevados.

- Lo cierto es que la Sanidad pública vasca está pagando más por los efectos secundarios de la automedicación y las malas cirugías que si tuviera una unidad. En ocho años Osakidetza ha tenido que pagar 15.417 euros por las 14.070 cajas de Valium que he tenido que tomar durante los últimos ocho años.

- En algunas comunidades autónomas derivan a sus pacientes al hospital de Málaga, el único que actualmente realiza ese tipo de intervenciones.

- La solución no es derivar a los pacientes a la unidad Carlos Haya de Málaga, en donde hay una lista de espera de cinco años. De lo que se trata es que Osakidetza decida, al igual que han hecho Cataluña y Madrid, crear una unidad en donde haya psicólogos, sexólogos, cirujanos especializados, endocrinos y logopedas.

- ¿Cuánto cuestan estas operaciones?

- El problema es que al no ser gratuitas en la Sanidad pública, la red privada las mercantiliza. Pueden rondar entre 12.000 y 18.000 las vaginoplastia y entre 24.000 y 36.000 las faloplastias.

- ¿Son reversibles?

- No lo son, precisamente por eso quien realiza esta cirugía antes debe de estar muy concienciado y asesorado por un equipo multidicilpinar del gran paso que va a dar, aunque por encima de todo lo importante es el deseo de la persona. Tras la intervención, todos afirman haber vuelto a nacer.