En relación al comunicado de prensa de Andrea Muñiz, Presidenta de TRANSEXUALIDAD-EUSKADI, y emitido en el periódico El Diario Vasco el pasado 8 de mayo, publicamos respuesta del Dr. José Manuel L. de Guevara (Director Médico del Hospital Donostia), hoy día 10 de mayo de 2008.
Fuente:El Diario Vasco.
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Sobre el trato a la señora Muñiz
Dr. José Manuel L. de Guevara (Director Médico del Hospital Donostia)
Tras leer atentamente el contenido de la carta remitida por la señora Andrea Muñiz, bajo el título «Una carencia en Osakidetza», me veo en la necesidad de realizar algunas puntualizaciones: Como ella afirma, fue atendida el pasado día 2 de mayo en el hospital de día quirúrgico de nuestro centro para realizarse una intervención que se realiza sin ingreso. En su carta muestra su sorpresa por el hecho de haber sido ingresada «en el ala de hombres». Y es aquí donde debo realizar la primera puntualización: en nuestros hospitales de día no hay zonas establecidas «para hombres» o «para mujeres». La asignación de espacios se realiza con arreglo a criterios clínicos e intentando respetar la intimidad de las personas, independientemente de circunstancias particulares.
Continúa la señora Muñiz afirmando que el personal le negó la asistencia del «endocrino de guardia». Aquí también es preciso realizar una puntualización: el acto quirúrgico y la evolución postoperatoria fueron normales, y en ningún momento fue precisa la concurrencia de ningún especialista ajeno a la previsión inicial realizada para la intervención quirúrgica. De acuerdo con el criterio de los dos especialistas que le atendieron, no era necesario solicitar una consulta con ningún endocrinólogo, como no fue necesaria otra consulta con ningún otro especialista.
Seguidamente afirma que «en ningún momento el personal sanitario conocía mi historial»... No puedo compartir dicha información: su historia clínica recoge de forma adecuada la información relevante relacionada con el proceso clínico por el que estaba siendo atendida.
Tampoco puedo compartir sus afirmaciones en el sentido de que se sintió «totalmente abandonada a nivel sanitario, y maltratada como persona». Fue atendida desde el punto de vista sanitario con arreglo a los criterios clínicos habituales y no tengo duda de que la atención personal que recibió no es justa calificarla como maltrato.
Finaliza la señora Muñiz su carta enfatizando la «gran necesidad que tiene la CAV de poseer en Osakidetza una Unidad Interdisciplinar de Género. Sin entrar en valoraciones con relación a las necesidades de la CAV, considero que ese tipo de decisiones debería venir determinada por razones muy diferentes de las que se argumentan en los contenidos de la primera parte de la carta de la señora Muñiz.