Piden a Interior que investigue el maltrato policial a una transexual
El Mundo/Pedro Simón-. La transexual Tatiana Sánchez llamó hace una semana al 091 de Zaragoza, pidió ayuda a la Policía ante un posible maltrato y acabó lamentando haber levantado el auricular. Al final no fue agredida por su novio, dice, sino por los agentes que habían llegado para protegerla.
Cuenta que le dijeron: «Tú no tendrás derechos por más que se empeñe Zapatero»; que sufrió lesiones en manos, antebrazos y cuello, que fue burlonamente llamada por su nombre masculino, que pasó dos días en el calabozo, que la dejaron ciega sin gafas (tiene 10 dioptrías) y que acabó orinando sangre. Todo por negarse finalmente a denunciar.
Tan sensibilizados están los ánimos entre el colectivo trans a cuenta de su histórica marginación y de su inminente ley, que el affaire Tatiana está levantando bastante ruido en distintas esferas. Llegó el día en que los agraviados dan un golpe en la mesa y dicen basta.
La Federación Estatal de Lesbianas, Gays y Transexuales ha emitido un comunicado exigiendo al Ministerio del Interior una investigación en relación con la denuncia y la «depuración de las responsabilidades oportunas». El frente rosa tilda lo ocurrido de «hechos incalificables» y habla de «transfobia policial inadmisible en un Estado de Derecho».
El diputado verde Francisco Garrido, adscrito al Grupo Parlamentario Socialista, presentó ayer cinco preguntas en el Congreso de los Diputados en la misma dirección. «¿Piensa el Ministerio del Interior abrir una investigación?». «¿Piensa enviar una circular a las comisarías con instrucciones sobre el trato respetuoso a transexuales?»...Tanto Izquierda Unida como la Chunta Aragonesista, ambos en las Cortes, se han interesado también por el tema en la Cortes de Aragón y han lanzado un salvavidas a Tatiana.
La Jefatura Superior de Policía de Zaragoza desmentía el miércoles la versión de la mujer transexual diciendo que ésta les insultó llamándoles «nazis», «franquistas» e «hijos de puta». Según la Jefatura, los agentes actuaron siempre «con la máxima responsabilidad y respeto» y «a requerimiento de un miembro de la pareja que estaba siendo amenazado [ella]».
Tatiana denunció a los policías. Pero de momento la juzgada ha sido ella. Y su causa ha sido sobreseída. ¿Heridas? Recuerda muchas. Una: el perro que se quedó encerrado los dos días que pasó en el calabozo murió de inanición.
El Grupo Socialista propone un teléfono policial de atención a gays
La línea sería atendida por agentes homosexuales, según los promotores
PEDRO SIMON
MADRID.- Pongamos que el homosexual agredido marca el teléfono, imaginemos que suena algo así como «policía gay, dígame» y soñemos que los miedos del interlocutor que llamó comienzan a ser menos. Porque el primo de Zumosol en la cruzada antihomofobia del futuro bien puede ser un agente uniformado.
La escena fabulada podría cobrar forma si sale adelante la proposición no de ley que hoy mismo se presentará en el Congreso. En ella se insta al Gobierno «a poner en funcionamiento un número de teléfono de la Policía de atención personalizada, nacional y gratuito, para atender los casos de violencia de género, social, psicológica, escolar, familiar y laboral contra personas gays, lesbianas y transexuales»... A un lado del teléfono, el agredido. Al otro, señalan los autores de la iniciativa, «un policía homosexual».
Esta idea es cosa del diputado verde Francisco Garrido, adscrito al Grupo Parlamentario Socialista, el mismo que levantó polvaredas de incomprensión y no poco cachondeo con su proyecto parlamentario Gran Simio en defensa de los grandes primates.
La idea es dar cobertura asistencial y asesoramiento a quien ahora no los tiene. Según aseguraban ayer fuentes de Los Verdes, el objetivo es «que sean atendidos por un policía gay, lesbiana o transexual porque tienen más sensibilidad y concienciación, por razones obvias, que la mayoría de los heteros».
La línea estaría en funcionamiento las 24 horas del día, se hallaría conectada con la Guardia Civil, las policías autonómicas y las dependencias judiciales y serviría además para informar de la red asistencial existente de apoyo a las víctimas de la violencia.
«Como consecuencia de una filosofía política de aniquilación de las minorías disidentes», se recuerda en la exposición de motivos de la proposición, «se aprobaron leyes como la de Vagos y Maleantes y la de Peligrosidad Social, que llegó a encarcelar a hombres y mujeres homosexuales y transexuales en las cárceles del franquismo».
«Falta aún mucho para la igualdad real y efectiva de los gays, lesbianas y transexuales en nuestro país. Uno de los apartados donde hace falta profundizar es en la seguridad y protección de las minorías sexuales, por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, frente a las conductas y las acciones homófobas y tránsfobas», señala el texto.
«Se necesita conocer el número y las características de los delitos violentos contra las minorías sexuales en España y saber la cuantía anual de éstos, para proceder, tomando las medidas policiales y sociales necesarias, a combatirlos y prevenirlos», prosigue.
El caso es que la proposición no pinta mal, y bien podría salir adelante. Las razones para el optimismo están en que a finales de junio se celebra el Día del Orgullo Gay y la fecha es un buen capazo en el que meter avances en los derechos civiles de un colectivo tradicionalmente asaeteado.
Luego está el panorama internacional, que invita a la normalización. Grandes ciudades estadounidenses como Los Angeles o Nueva York, la propia Scotland Yard londinense u Holanda cuentan con policías gays, dedicados especialmente a tratar casos con implicaciones homo o ayudar a ciudadanos con esta orientación sexual. En Sitges (Barcelona) ya se creó a finales de abril la primera Asociación de Policías Homosexuales de España, hija de la Asociación Europea de Policías Gays.
¿Un teléfono para homosexuales instalado en el histórico feudo enemigo y donde se escuche una voz amiga? Lo veremos y será como viajar a la Luna. Un pequeño paso para las comisarías, un gran salto para la homosexualidad.
Una transexual denuncia a la Policía por vejaciones
Afirma que fue detenida tras pedir ayuda porque temía una agresión doméstica
Periódico de Aragón-. Tatiana Sánchez Mansilla, una transexual de 38 años, ha denunciado a la Policía de Zaragoza por tratos vejatorios y detención ilegal, cuando el pasado día 18 requirió ayuda del 091 porque temía que iba a ser agredida por su expareja. Según explicó a este periódico, "cuando me negué a presentar denuncia contra mi excompañero, fui esposada, trasladada a la comisaría de San José y retenida en un calabozo durante 48 horas".
La Jefatura Superior de Policía emitió ayer un comunicado oficial en el que contradice la versión de la mujer. Reconoce que esta fue arrestada por insultos y amenazas a los agentes que acudieron a su vivienda, en la calle Unceta, y niega que sufriera un trato vejatorio.
Según la versión de la mujer, los hechos ocurrieron "cuando me expareja se presentó en mi vivienda algo bebido. Como ya se había producido algún incidente con anterioridad, llamé a la Policía ante el temor de que me golpeara, pero no llegó a hacerlo en ningún momento".
DETENCIÓN A la vivienda se desplazaron dos agentes que detuvieron al presunto agresor, que ya contaba con una orden judicial de mantenerse alejado a 300 metros de Tatiana. Siempre según la denunciante, el problema surgió cuando ella manifestó que no iba a formular denuncia.
"Ellos dijeron que tenía que denunciar, pero yo no estaba obligada a ello. Entonces llegaron otros dos agentes me esposaron con las manos a la espalda y me sacaron a empujones de la casa. No atendieron a mis protestas y me insultaron. Entre otras cosas, dijeron que los travestorros no teníamos ningún derecho y que, por mucho que prometiera Zapatero, ahora estábamos en el territorio de ellos", relata la mujer.
Tatiana recuerda que los peores momentos se registraron cuando fue trasladada a la comisaría, "donde me cacheó un policía, me quitaron las gafas, sin las que apenas veo nada porque tengo 10,5 dioptrías, y también el sujetador"
"Los agentes no avisaron a ningún abogado y tampoco me dejaron que avisara a nadie para que cuidara de mis tres perros. Cuando los policías llegaron a mi casa, dijeron que los encerrara en una habitación y así lo hice. Allí se quedaron cuando me llevaron detenida y uno de ellos había muerto por falta de cuidados cuando fue puesta en libertad dos días más tarde", agrega la mujer.
TRATAMIENTO HORMONAL La denunciante se queja también el trato recibido mientras estuvo en el calabozo, y afirma que en las 48 horas sólo le dieron un bocadillo, al tiempo que no pudo seguir el tratamiento hormonal al que está sometida.
Según afirma, la Policía le puso en libertad dos días después sin presentar ninguna acusación contra ella, uno de los puntos que rebate la Jefatura Superior, que sostiene que la mujer está pendiente de juicio rápido por estos hechos.
Tatiana se personó el pasado martes en el Juzgado de Guardia, donde presentó una denuncia contra los agentes que la detuvieron por vejaciones y malos tratos.
Izquierda Unida remitió ayer un comunicado en el que, tras exponer la versión de la afectada, anunció que su grupo parlamentario ha presentado una pregunta en el Congreso dirigida al secretario de Estado de Seguridad para pedirle explicaciones sobre este incidente, y que su diputado en las Cortes de Aragón, Adolfo Barrena, se interesará ante el delegado del Gobierno por los trámites de esta denuncia. Por otra parte, el colectivo Towanda, de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales ha convocado una concentración el próximo sábado ante la Delegación del Gobierno.